lunes, julio 18, 2005

Inconsistencias del Metrobús

(2005-07-18)
Publicada en el diario Rumbo de México

Diseñado como parte fundamental de la estructura de campaña político electoral de Andrés Manuel López Obrador, el Metrobús podría causar su ruina en sus aspiraciones presidenciales por la cantidad de inconsistencias a su alrededor, que afectan a quienes deberían ser los principales beneficiarios: los usuarios del transporte en la avenida de los Insurgentes.
Embarq, el Centro de Transporte y Medio Ambiente creado en mayo de 2002 por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y la Fundación Shell, afirmó que el Metrobús sería la contribución más importante a la campaña electoral de López Obrador para la presidencia, entre las clases media y baja, pues ayudaría a estimular el desarrollo económico y reducir la pobreza en las áreas marginadas con el acceso de los pobres al transporte público.
Pero, para poder impactar a esas clases media y baja, de acuerdo con datos de los socios extranjeros del proyecto, el Metrobús era la “única solución total atractiva de tránsito que se podría planear, diseñar, y poner en ejecución en el plazo de tres años”.
Es decir, que se pusieron en perspectiva los tiempos electorales, por sobre los beneficios sociales y económicos, los cuales fueron manipulados.
Claudia Sheinbaum Pardo defendió el proyecto del WRI, elaborado por quien fuera su director de tesis de doctorado en la Universidad de California, Berkeley, Lee Schipper, quien expresaba que “la opción de extender el Metro resultaría muy cara (...) los costos se incrementarían unos cien millones de dólares por kilómetro”.
La excusa de Schipper y Sheinbaum se basaba en que mientras la Línea 1 está más que saturada con alrededor de un millón de pasajeros al día, hay otras subutilizadas. Es más, afirmó Sheinbaum, en la actualidad el Metro, con más líneas, transporta menos pasajeros que hace 10 años".
Un segundo problema ha sido la ineficiencia del sistema de transporte por el apresuramiento en su inauguración para empatarlo con los tiempos políticos de López Obrador, al grado de que la secretaria del Medio Ambiente de la ciudad de México dio a conocer el viernes, que ante la sobredemanda, comprarán diez autobuses más a la empresa Volvo, entre otras formas de solucionar el problema.
El corredor estaba “previsto para ser terminado al final del 2005”, de acuerdo con Embarq.
Otra inconsistencia más es el costo del proyecto. Mientras que Andrés Manuel López Obrador ha dicho en forma reiterada que su costo fue de 320 millones de pesos, sus socios han manifestado que asciende a 50 millones de dólares en inversiones.
La ayuda financiera para hacer el proyecto ejecutivo fueron 1.4 millones de dólares de Embarq, 6 millones del Banco Mundial; 1.6 millones de la fundación Hewlett (con apoyos de Scania, Mercedes Benz y Volvo) y 2.4 millones del gobierno de la ciudad.
Sin embargo, el coste de la infraestructura del proyecto fue de 30 millones de dólares (los 320 millones de pesos de los que habla López Obrador), más 22 millones de dólares de inversión en autobuses comprados a las empresas Scania y Volvo, quienes financiaron parte del proyecto ejecutivo.
Es decir, el costo total del Metrobús será de alrededor de 670 millones de pesos.

renatoconsuegra@yahoo.com.mx

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