A vuelapluma
El rector y la silla presidencial
Renato Consuegra
(2005-07-15)
Publicada en el diario Rumbo de México
El rector y la silla presidencial
Renato Consuegra
(2005-07-15)
Publicada en el diario Rumbo de México
Juan Ramón de la Fuente no ha cejado en su empeño por aparecerse en la primera fila de los presidenciables. Mientras él dice no, a la callada tiene operadores políticos que lo impulsan en su persecución de la silla presidencial.
Así, también, a la vez de promocionar su imagen con dinero de las instituciones, en determinado momento ha sido utilizado para llamar la atención o quitar los reflectores de otros personajes golpeados por los medios.
Carlos Slim, por ejemplo, lo ubicó con posibilidades presidenciales hace algún tiempo, cuando fue evidente para la prensa la cercanía del magnate con Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, Cuauhtémoc Cárdenas ubica al rector como candidato a encabezar la nueva mayoría de izquierda, pero no para levantar su imagen, sino porque forma parte del equipo cercano, precisamente, a López Obrador, con quien se reúne dos veces por semana en la rectoría.
El lunes no se dio suficiente atención a las declaraciones del secretario de Comunicación del CEN del PRD, Gerardo Fernández Noroña, quien destacó que tanto el rector de la UNAM como Porfirio Muñoz Ledo (otro de los lanzados al ruedo por Cárdenas), estarán al lado del tabasqueño en 2006.
Así es. Tanto De la Fuente como Muñoz Ledo son sólo dos de los personajes con los que el actual Jefe de Gobierno pretende impactar a la opinión pública una semana antes de las elecciones presidenciales, cuando ante lo cerrada que prevé la contienda, dé a conocer a los integrantes de su gabinete, entre los que estarán personajes con imagen de independencia partidista o alejados del PRD tradicional.
Es el caso de Ricardo Monreal, Manuel Camacho, Leonel Cota y otras personalidades de la lucha civil. También aparecerán allí la escritora Elena Poniatowska y acaso uno o dos perredistas puros.
Con tal estrategia López Obrador piensa cerrar su campaña electoral y conseguir decantar las simpatías de los votantes que definen el sentido de su sufragio a última hora.
En tanto, el doctor De la Fuente continúa en la persecución de la silla presidencial al integrarse al equipo cercano de López Obrador, quien es coucheado por Ernesto Zedillo. Sólo falta a ver si la alcanza para el 2012, porque ya se le fue dos ocasiones, esta y la de 2000.
Al respecto quiero recordar una anécdota: Era el 2 de marzo de 1999. La carrera por la presidencia de la República entre los probables precandidatos del PRI se había desbocado. Como ahora, el nombre de Juan Ramón de la Fuente saltó a la palestra, impulsado desde su propia oficina de Comunicación Social, entonces de la Secretaría de Salud.
Ese día tuvo un incidente, quizá como preludio de lo que vendría meses más adelante: tropezó.
Desbocado, en su intento por seguir al presidente Ernesto Zedillo, su amigo que lo hizo secretario de Estado y más tarde rector de la UNAM, De la Fuente se encontró una pequeña tarima de madera ubicada en el patio del Centro de Convenciones del Centro Médico Nacional Siglo XXI, y cayó de bruces.
Ya sobre la avenida Cuauhtémoc, alcancé a preguntarle si acaso su trompicón era un preludio para su aspiración presidencial dentro del PRI. Claro que no le gustó. Con una sonrisa forzada alcanzó a balbucear mientras corría a su camioneta blindada: “No sé de qué me habla”.
Horas más tarde, a las oficinas del diario donde laboraba por aquellos días llegó una orden de inserción como apoyo a la nota, con la “sugerencia” a mi editor de que no se tocara el incidente de aquella mañana.
renatoconsuegra@yahoo.com.mx
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