(2005-06-14)
Publicado en el diario Rumbo de México
Publicado en el diario Rumbo de México
La Presidencia de la República se apresta a “celebrar el cambio” y lanza al aire una serie de números que alegrarían a cualquiera, como los 12 millones 752 mil empleados registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en mayo, lo cual registra una marca en el país a decir de Vicente Fox.
Para completar el cuadro triunfalista, el sábado en su programa Fox Contigo, llegó a aventurar que el país se encuentra en un periodo de “desarrollo estabilizador”, en referencia a un desarrollo económico sostenido como sucedió en la década de los sesentas.
Sin embargo, cuando se realiza un análisis detallado de las Finanzas Públicas, quienes de esto saben sólo mueven la cabeza en señal de desaprobación, al ver cómo éstas se deterioran por la desaceleración de la economía, de la recaudación y el crecimiento del gasto público.
De acuerdo con el Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), el superávit acumulado de las finanzas públicas durante los primeros cuatro meses del año, fue de 52 mil 505 millones de pesos, inferior en 32.9% en términos reales al registrado en el mismo periodo de 2004.
Y sus analistas explican que el descenso en el superávit público se debió al crecimiento de sólo 1.4% en los ingresos públicos y aumento de 6.3% en el gasto.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por el propio gobierno federal, el escaso crecimiento fue motivado porque los ingresos no petroleros se contrajeron 0.7% y los no tributarios lo hicieron 58.3%, mientras que los tributarios aumentaron solo 3.3 por ciento.
El factor que mantuvo el superávit, como ha sucedido desde hace varias décadas, fueron los recursos generados por el sector petrolero, que aumentaron 6.0 por ciento.
La promesa fue hacer eficiente la administración pública, pero las cosas continúan como antes.
Frente a este panorama, ¿habrá algo qué celebrar?
Plumazos
Raúl Salinas de Gortari saldrá de la cárcel de Santiaguito, en el Estado de México apenas este mediodía, debido a una maniobra de su defensa, para evitar más suspicacias por el pago de los 32 millones de pesos de fianza. Así que pidieron hacerlo mediante caución, que es la garantía que una afianzadora entrega al Poder Judicial, a un costo de entre 600 mil y un millón de pesos para la familia Salinas… Por cierto, la corrupción en la PGR no termina. El sábado 11 vino un gran número de Agentes del Ministerio Público de varios estados de la República, a presentar examen del Servicio Civil de Carrera en el Centro de Capacitación de Procuración de Justicia Federal de la PGR, ubicado en Ecatepec. Pues resulta que una buena cantidad de ellos ya traía el examen de 100 preguntas sobre derecho penal y derecho constitucional antes de entrar a las aulas y tardaron menos de una hora en contestar los reactivos. Esto implica que aquellos agentes del MP “apadrinados” por los grupos de delincuencia organizada van a continuar con su carrera, mientras los que no tuvieron para pagar el examen, y se podría considerar por ello que son los menos deshonestos, seguramente se quedarán a la orilla… Cosas de la forma de enseñar a hacer “justicia”.
renatoconsuegra@yahoo.com.mx
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