Publicado en el diario Rumbo de México
Si bien en días pasados había escrito sobre la posibilidad de que la candidatura presidencial en el Partido Nueva Alianza fuera legalmente retirada a Roberto Campa Cifrián por una serie de irregularidades cometidas durante el proceso interno de selección, ayer que di a conocer la respuesta de la Cámara de Diputados sobre la ausencia de solicitud de licencia del todavía diputado federal independiente, surgió una serie de reclamos de personas, presuntamente simpatizantes de Campa, muy parecido al de quienes se inconforman diariamente por las críticas a Andrés Manuel López Obrador.
La señora Josefina Morales me trata de “servidor de Roberto Madrazo y su grupo secuaces al que únicamente le quiere hacer favores para acomodarse con ellos, como muchos otros periodistas”.
Antonio López de Doña Ana —así firma su correo electrónico— descalifica los escritos y se asume “seguidor de personas que han demostrado en su hacer en la vida política diaria, que sus convicciones y sus metas están por encima de los devaneos políticos y los intereses de unos cuantos por quitarlos del camino andado”.
Esta forma de descalificar una trabajo periodístico, sin embargo, me parece poca cosa frente a actos que pudieran rayar en la delincuencia organizada.
Tal es la agresión sufrida por Claudia González Toscano, colaboradora del doctor Pedro José Lamothe Cervera el pasado 25 de enero, cuando al salir de la Cámara de Diputados a donde había ido para recoger la contestación de la Mesa Directiva de ese órgano colegiado, fue golpeada por tres sujetos.
Resulta que José Antonio Pérez Martínez y Eduardo Giovanni Pineda López (el otro no pudo ser identificado), la siguieron hasta la calle de Eduardo Molina donde simularon un asalto.
Al pedir auxilio la mujer, corrieron y se metieron a la Cámara de Diputados hasta donde llegaron Claudia González Toscano y el policía preventivo. Ahí fueron detenidos los sujetos antedichos, y se levantó la denuncia de hechos que fue listada con el número FVC/VC-1/T2/00140/06-01.
Mal está la política si por asuntos como estos, quienes se sienten afectados utilizan a terceros para atemorizar a quienes los critican, pero, sobre todo, a quienes actúan en pleno uso de sus derechos políticos como ciudadanos que son.
No es la primera ocasión que quien esto escribe es receptor de descalificaciones o adjetivos por parte de lectores que se sienten agredidos por los comentarios. Pero cuando esto viene acompañado por una serie de acciones colaterales, dignas de la delincuencia organizada, es necesario ventilarlas porque no se pueden dejar de ejercer los derechos que a todos nos da la constitución simple y sencillamente porque un grupito siente amenazados sus intereses inmediatos.
Por lo pronto el Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano, presentado por Lamothe, ya se encuentra en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con el número SUP-JDC-183/2006, siendo turnado al Magistrado Eloy Fuentes Cerda.
renatoconsuegra@yahoo.com.mx.
La señora Josefina Morales me trata de “servidor de Roberto Madrazo y su grupo secuaces al que únicamente le quiere hacer favores para acomodarse con ellos, como muchos otros periodistas”.
Antonio López de Doña Ana —así firma su correo electrónico— descalifica los escritos y se asume “seguidor de personas que han demostrado en su hacer en la vida política diaria, que sus convicciones y sus metas están por encima de los devaneos políticos y los intereses de unos cuantos por quitarlos del camino andado”.
Esta forma de descalificar una trabajo periodístico, sin embargo, me parece poca cosa frente a actos que pudieran rayar en la delincuencia organizada.
Tal es la agresión sufrida por Claudia González Toscano, colaboradora del doctor Pedro José Lamothe Cervera el pasado 25 de enero, cuando al salir de la Cámara de Diputados a donde había ido para recoger la contestación de la Mesa Directiva de ese órgano colegiado, fue golpeada por tres sujetos.
Resulta que José Antonio Pérez Martínez y Eduardo Giovanni Pineda López (el otro no pudo ser identificado), la siguieron hasta la calle de Eduardo Molina donde simularon un asalto.
Al pedir auxilio la mujer, corrieron y se metieron a la Cámara de Diputados hasta donde llegaron Claudia González Toscano y el policía preventivo. Ahí fueron detenidos los sujetos antedichos, y se levantó la denuncia de hechos que fue listada con el número FVC/VC-1/T2/00140/06-01.
Mal está la política si por asuntos como estos, quienes se sienten afectados utilizan a terceros para atemorizar a quienes los critican, pero, sobre todo, a quienes actúan en pleno uso de sus derechos políticos como ciudadanos que son.
No es la primera ocasión que quien esto escribe es receptor de descalificaciones o adjetivos por parte de lectores que se sienten agredidos por los comentarios. Pero cuando esto viene acompañado por una serie de acciones colaterales, dignas de la delincuencia organizada, es necesario ventilarlas porque no se pueden dejar de ejercer los derechos que a todos nos da la constitución simple y sencillamente porque un grupito siente amenazados sus intereses inmediatos.
Por lo pronto el Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano, presentado por Lamothe, ya se encuentra en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con el número SUP-JDC-183/2006, siendo turnado al Magistrado Eloy Fuentes Cerda.
renatoconsuegra@yahoo.com.mx.
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