Publicada en el diario Rumbo de México
Eloy Fuentes Cerda renunció la semana pasada a la presidencia del Tribunal Electoral de la Federación, pero continúa en su nada despreciable posición de magistrado.
Por tal motivo es urgente y necesario que aclare las versiones sobre los motivos que lo “orillaron” a dimitir al cargo más elevado del cuerpo colegiado al que pertenece, incluso por encima de los de salud que adujo al presentar su renuncia.
Sobre todo, cuando existen muchas “coincidencias” sobre su accionar desde el cargo que ocupó.
Debemos recordar que el Trife “falló” a favor de las ampliamente cuestionadas victorias de los candidatos del PRI a gobiernos estatales como Ulises Ruiz, en Oaxaca; Fidel Herrera, en Veracruz; y Enrique Peña Nieto, en el Estado de México, bajo la presidencia de Fuentes Cerda.
A la vez, fundadas sospechas de probable corrupción en estos casos, por las versiones de que habría cobrado alrededor de un millón de dólares por cada fallo.
Por lo tanto, sus propios compañeros le habrían exigido la renuncia, luego de haberle encontrado pruebas de enriquecimiento inexplicable, como propiedades inmobiliarias, viajes y vehículos lujosos, adquiridos tras su reciente ascenso a la presidencia para sustituir al fallecido José Luis de la Peza.
Otro tema fue el de irregularidades administrativas y las diferencias por los salarios que debían recibir los magistrados federales, así como los locales. Asunto que engloba alrededor de 80 millones de pesos.
Y uno más el que le habrían encontrado denuncias por acoso sexual.
Sin duda, un personaje con esta serie de cuestionamientos sobre su actuar no sólo no merece presidir un cuerpo colegiado de tal envergadura. Diríamos que no merece estar en él de ningún modo.
Es el Tribunal Federal Electoral una de las dos instituciones del Estado Mexicano sobre las que descansa la confianza, la credibilidad, la certidumbre y, sobre todo, la transparencia de las elecciones presidenciales venideras.
Pero ante un escenario de tres tercios como el que se prevé podría presentarse el próximo 2 de julio, y con un órgano que se va a convertir muy seguramente en el árbitro de la contienda, pero carente de confianza, credibilidad, certidumbre y transparencia en los árbitros, ¿qué le puede esperar al país?
Fuentes Cerda como sus compañeros deben aclarar cuanto antes este asunto que no es menor, porque es inmoral que quienes se asumen como inspiradores de confianza, credibilidad, certidumbre y transparencia, sean los primeros en pisotear los principios.
Plumazos
Creel continúa en la necedad. Dice gente cercana al CEN del PAN que a pesar de que la derrota es un hecho, quiere seguir para no dejar los medios y que la campaña sirva para algo: ser el candidato a la Jefatura de Gobierno, para ligar una segunda derrota en su tercer intento por gobernar la capital… Es cuestión de averiguarlo, pero que el presunto nuevo secretario Ejecutivo del IFE, Manuel López Bernal, tampoco tiene un pasado claro y está inmiscuido en un asunto que suma varios millones de pesos.
renatoconsuegra@yahoo.com.mx
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