(2003-11-20)
A partir de los sismos de septiembre de 1985 la participación de la ciudadanía en nuestro país comenzó a tomar un orden y a constituirse en grupos que poco a poco tuvieron más y mayor peso entre la sociedad civil.
Sin duda que ante la parálisis del gobierno de Miguel de la Madrid en las horas siguientes al primer terremoto, las pérdidas humanas y económicas se hubieran incrementado sin contribución social.
La participación de la sociedad en el desarrollo nacional ha sido de coadyuvancia con las instituciones públicas y ha sido fundamental en el apoyo y la vinculación con aquellos sectores que enfrentan condiciones de desventaja y marginación en el país.
Estos organismos más adelante tuvieron relevancia en el proceso de transición a la democracia electoral que vive actualmente el país, pero también hubo algunos cuya vocación se desvirtuó por su utilización en acciones encaminadas a fines ajenos a causas como la atención y promoción de los derechos humanos, del desarrollo social, desarrollo sustentable, proyectos productivos, filantropía, salud, educación y el bienestar de los mexicanos, entre otros.
Uno de esos casos más conocidos fue el de los Amigos de Fox, que sirvió como catapulta para que Vicente Fox se apoderara de la candidatura del PAN en primera instancia, y de la Presidencia de la República posteriormente.
A fines de 2001 se conformó la Fundación Vamos México que previsiblemente sirve como parapeto publicitario para la presunta aspiración presidencial de Martha Sahagún. Y pese a que los legisladores presumen que no lleva destinatario, este martes el Senado de la República aprobó de manera unánime la nueva Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil, donde se las determina como entidades de orden público e interés social, por lo cual sus actividades apoyadas con recursos públicos “deben estar encaminadas al bienestar, prohibiendo que al ejecutarlas se persiga lucro, un interés proselitista, político-partidista o religioso”.
De igual forma se determina la obligación de informar públicamente las actividades, los montos que se invierta e impacto social de los proyectos que se realicen con recursos públicos, además de que las organizaciones “no podrán recibir los apoyos y estímulos previstos en la ley cuando exista entre sus directivos y los servidores públicos, encargados de otorgarlos y/o autorizarlos, relaciones de parentesco por consanguinidad o afinidad hasta en cuarto grado o sean cónyuges”. Quizá aquí debió también prohibirse a personas que tengan algún interés de carácter político, como es el caso de Martha Sahagún, a quien no aplica porque una ley no puede utilizarse de manera retroactiva, pero tampoco debido a que Vamos México aparentemente no recibe recursos de la Presidencia de la República –pese a ubicar sus oficinas en Los Pinos–, aunque sí desde las distintas secretarías de Estado cuyos titulares son colaboradores de su esposo, el presidente de la República.
Las ONG’s que incumplan con sus obligaciones podrían ser sujetas de diversas sanciones, desde el apercibimiento, la aplicación de multas y la suspensión por un año del Registro de las Organizaciones, hasta la cancelación definitiva del mismo y de los apoyos gubernamentales.
Plumazos
Rafael Fernández de Castro, conocedor cercano y catedrático de asuntos sobre los Estados Unidos en el ITAM, además de director de la revista Foreign Affairs en español, desnudó la decisión de hacer a un lado a Adolfo Aguilar Zínser. En la reciente reunión que tuvieron Vicente Fox y George Bush, el presidente estadounidense habló de un “embajador incómodo” y antes de que terminara de explicar, el mandatario mexicano le dijo que ya se estaban tomando las medidas pertinentes, es decir, su renuncia (mejor dicho, despido). Lógico: Aguilar no está en el perfil de los diplomáticos mexicanos afines con la política intervencionista de Washington, mucho menos con la política integracionista mexicana por un factor económico. Es decir, que por anclarnos al tren económico de los Estados Unidos (de todas formas es prácticamente nada o lo que nos quieran arrojar al patio trasero), debemos tragar camote en la política bilateral y multilateral, pa’pronto… La fuerza de las mujeres en México está representada por 10.8 millones de brazos, talentos y capacidades, es decir, casi la tercera parte de su fuerza productiva; la industria maquiladora tiene en ellas al 90 por ciento de su fuerza laboral, y dan su aporte al país 471 mil profesionistas, dijo ayer María Elena Vázquez Nava, secretaria de Desarrollo Social. Importante porcentaje del género femenino en la vida productiva de México. Y también en otras áreas… Peligroso que el Poder Judicial se convierta en un poder omnipotente y al cual nada se le pueda reclamar o que sus integrantes no puedan ser sometidos a procesos de sanción cuando sus actos sean producto de acciones irregulares o dolosas. Es el caso de la resolución tomada por la SCJN a favor los magistrados Miguel Maya Manrique y Jesús Martínez Garnelo, así como de la juez local María del Pilar León Flores, sometidos a juicio político e inhabilitados para poder ocupar cualquier cargo público durante seis años por el Congreso de Guerrero, por considerar que incurrieron en una serie de irregularidades en el proceso mediante el cual dejaron en libertad a uno de los presuntos secuestradores más peligrosos de la región conocido como Carlos García Castro, Carlos Adame García o Carlos García Adame (a) El Calilla. Ahora resulta que estos seres, que son como cualquier humano y no necesariamente impolutos, no pueden ser castigados si se llegaran a prestar a arreglos oscuros… Es un caso parecido al del Paraje San Juan donde a los jueces y magistrados que decidieron, dando por buenas pruebas falsas, deben ser sancionados, lo mismo que los abogados del gobierno de la ciudad y el ex DDF que debieron defender los intereses de la ciudad… Parafraseando a Francois de la Rochefoucauld quien dijo “establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros”, el Poder Judicial aplica las reglas para los demás pero no para ellos mismos…
renatoconsuegra@yahoo.com.mx
A partir de los sismos de septiembre de 1985 la participación de la ciudadanía en nuestro país comenzó a tomar un orden y a constituirse en grupos que poco a poco tuvieron más y mayor peso entre la sociedad civil.
Sin duda que ante la parálisis del gobierno de Miguel de la Madrid en las horas siguientes al primer terremoto, las pérdidas humanas y económicas se hubieran incrementado sin contribución social.
La participación de la sociedad en el desarrollo nacional ha sido de coadyuvancia con las instituciones públicas y ha sido fundamental en el apoyo y la vinculación con aquellos sectores que enfrentan condiciones de desventaja y marginación en el país.
Estos organismos más adelante tuvieron relevancia en el proceso de transición a la democracia electoral que vive actualmente el país, pero también hubo algunos cuya vocación se desvirtuó por su utilización en acciones encaminadas a fines ajenos a causas como la atención y promoción de los derechos humanos, del desarrollo social, desarrollo sustentable, proyectos productivos, filantropía, salud, educación y el bienestar de los mexicanos, entre otros.
Uno de esos casos más conocidos fue el de los Amigos de Fox, que sirvió como catapulta para que Vicente Fox se apoderara de la candidatura del PAN en primera instancia, y de la Presidencia de la República posteriormente.
A fines de 2001 se conformó la Fundación Vamos México que previsiblemente sirve como parapeto publicitario para la presunta aspiración presidencial de Martha Sahagún. Y pese a que los legisladores presumen que no lleva destinatario, este martes el Senado de la República aprobó de manera unánime la nueva Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil, donde se las determina como entidades de orden público e interés social, por lo cual sus actividades apoyadas con recursos públicos “deben estar encaminadas al bienestar, prohibiendo que al ejecutarlas se persiga lucro, un interés proselitista, político-partidista o religioso”.
De igual forma se determina la obligación de informar públicamente las actividades, los montos que se invierta e impacto social de los proyectos que se realicen con recursos públicos, además de que las organizaciones “no podrán recibir los apoyos y estímulos previstos en la ley cuando exista entre sus directivos y los servidores públicos, encargados de otorgarlos y/o autorizarlos, relaciones de parentesco por consanguinidad o afinidad hasta en cuarto grado o sean cónyuges”. Quizá aquí debió también prohibirse a personas que tengan algún interés de carácter político, como es el caso de Martha Sahagún, a quien no aplica porque una ley no puede utilizarse de manera retroactiva, pero tampoco debido a que Vamos México aparentemente no recibe recursos de la Presidencia de la República –pese a ubicar sus oficinas en Los Pinos–, aunque sí desde las distintas secretarías de Estado cuyos titulares son colaboradores de su esposo, el presidente de la República.
Las ONG’s que incumplan con sus obligaciones podrían ser sujetas de diversas sanciones, desde el apercibimiento, la aplicación de multas y la suspensión por un año del Registro de las Organizaciones, hasta la cancelación definitiva del mismo y de los apoyos gubernamentales.
Plumazos
Rafael Fernández de Castro, conocedor cercano y catedrático de asuntos sobre los Estados Unidos en el ITAM, además de director de la revista Foreign Affairs en español, desnudó la decisión de hacer a un lado a Adolfo Aguilar Zínser. En la reciente reunión que tuvieron Vicente Fox y George Bush, el presidente estadounidense habló de un “embajador incómodo” y antes de que terminara de explicar, el mandatario mexicano le dijo que ya se estaban tomando las medidas pertinentes, es decir, su renuncia (mejor dicho, despido). Lógico: Aguilar no está en el perfil de los diplomáticos mexicanos afines con la política intervencionista de Washington, mucho menos con la política integracionista mexicana por un factor económico. Es decir, que por anclarnos al tren económico de los Estados Unidos (de todas formas es prácticamente nada o lo que nos quieran arrojar al patio trasero), debemos tragar camote en la política bilateral y multilateral, pa’pronto… La fuerza de las mujeres en México está representada por 10.8 millones de brazos, talentos y capacidades, es decir, casi la tercera parte de su fuerza productiva; la industria maquiladora tiene en ellas al 90 por ciento de su fuerza laboral, y dan su aporte al país 471 mil profesionistas, dijo ayer María Elena Vázquez Nava, secretaria de Desarrollo Social. Importante porcentaje del género femenino en la vida productiva de México. Y también en otras áreas… Peligroso que el Poder Judicial se convierta en un poder omnipotente y al cual nada se le pueda reclamar o que sus integrantes no puedan ser sometidos a procesos de sanción cuando sus actos sean producto de acciones irregulares o dolosas. Es el caso de la resolución tomada por la SCJN a favor los magistrados Miguel Maya Manrique y Jesús Martínez Garnelo, así como de la juez local María del Pilar León Flores, sometidos a juicio político e inhabilitados para poder ocupar cualquier cargo público durante seis años por el Congreso de Guerrero, por considerar que incurrieron en una serie de irregularidades en el proceso mediante el cual dejaron en libertad a uno de los presuntos secuestradores más peligrosos de la región conocido como Carlos García Castro, Carlos Adame García o Carlos García Adame (a) El Calilla. Ahora resulta que estos seres, que son como cualquier humano y no necesariamente impolutos, no pueden ser castigados si se llegaran a prestar a arreglos oscuros… Es un caso parecido al del Paraje San Juan donde a los jueces y magistrados que decidieron, dando por buenas pruebas falsas, deben ser sancionados, lo mismo que los abogados del gobierno de la ciudad y el ex DDF que debieron defender los intereses de la ciudad… Parafraseando a Francois de la Rochefoucauld quien dijo “establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros”, el Poder Judicial aplica las reglas para los demás pero no para ellos mismos…
renatoconsuegra@yahoo.com.mx